El hombre de negro que borra las huellas de mi cabeza.

Querido diario:

Hoy llevo un día pues no muy variado, pues por desgracia he tenido que ir a visitar a mi abuela, la cual solo se ha fijado en mi hermanito Juan, por ser pequeño.

Sin embargo a mi no me a hecho ni caso, es más me ha saludado al salir por la puerta, y esque me aburríua tanto que me fuí a la plaza del pueblo, que como yo digo está oxidado, además un señor me invitó a tomar el té y después de echarme algo de coñac, que él me había dicho que era agua, pero estaba más blanca que una hoja de papel, cuando mi familia se dió cuenta de que alguien me había secuestrado, tomaron medidas inmediatamente. Alquilaron mi habitación, la verdad es que después de salir por mi cuenta de la casa de aquel hombre utilizando mi mejor arma, la salida por la ventana, encontré a una buena, pero muy buena reliquia en mi habitación. Entré en mi propiedad y me ilusioné, ¡Ay como movia la lengua para hechar la noche!

Horas después un hombre desnudo salió de mi baño, desnudo y no os cuento más porque el alcohol me revolucionó la cabeza.